Ron Clark Ensayo

Un Maestro Excepcional

El objetivo del presente ensayo es remarcar el impacto que puede tener un profesor en la vida de sus alumnos.
Me basaré en la historia del profesor Ron R. Clark del cual destaco su , vocación, , ver a los alumnos como lo que pueden llegar a ser, ser un amigo y perseverancia.

La vocación del profesor Clark va más allá de lo esperado. Para este maestro no existían barreras que le impidieron enseñar a sus alumnos.

Durante la película, pude apreciar la manera en la que el se preparaba para dar sus clases, lo hacía cuidadosamente pensando en lo mejor para sus alumnos.
Clark tenía un grupo de estudiantes que era subestimado, incluso estaban excluidos de los otros cursos con mejores calificaciones.
Clark, lleno de vocación, aceptó el reto y con su creatividad logró ganar la confianza y atención de los alumnos, incluso; una ocasión que se enfermó, grabó un vídeo de 6 horas para que sus alumnos no perdieran esos días de clases. 

Maestros con vocación, maestros abnegados, maestros que realmente aman lo que hacen hacen una gran diferencia en sus estudiantes logrando un impacto y aprendizaje realmente significativo.

Para desear enseñar de esta manera se necesitan una gran vocación, amar lo que hacemos.

La vocación nos lleva  a ver a nuestros alumnos como lo que pueden llegar a ser.
Podemos ver  nuestros alumnos, rebeldes, desinteresados, desanimados y desconcentrados. En ocasiones sentimos que estamos perdiendo el tiempo.
Pero cuando los vemos a ellos como lo que pueden llegar a ser, nuestra actitud hacia ellos cambia. En ese momento pensamos en su futuro y lo grandes que pueden llegar a ser. Clark reconoció eso en sus alumnos, destacó sus virtudes y minimizó sus defectos. El sabía que su esfuerzo ayudaría para que sus alumnos salieran del abismo en el que estaban.

En la mayoría de los casos, las familias de los estudiantes eran disfuncionles, incluso a algunos se les daba la responsabilidad de cuidar a sus hermanitos y cocinar para ellos.

Clark conocía su situación real, pero también conocía su enorme potencial y nunca descansó hasta hacerles ver  sus alumnos lo lejos que podían llega

Luego de tanto esfuerzo, Clark logró que varios de sus alumnos escogieran el bien en ves del mal, los estudios en lugar de las pandillas.

Para verlos como lo que pueden llegar a ser, el tuvo que ser más que su maestro, tuvo que conocer sus casas, sus familias, sus problemas.
Para ser más que un maestro se necesitaba más que enseñar clases, más que revisar tareas, más que corregir errores; Clark tuvo que conocer sus intereses, sus pasatiempos, lo que les apasionaba y de esta manera con el paso del tiempo ganar la valiosa confianza de los alumnos.

En este sentido, Clark demostró que se puede ser un amigo y a la vez maestro.

Esta es una teoría que es muy discutida hoy en día, se piensa que un maestro debe ser  maestro y delimitar su relación con los alumnos.

En cierta medida estoy en desacuerdo, ya que en muchos casos, los estudiantes no tienen un buen amigo en quien confiar. Pueden tener amistades que generalmente los inducen a cosas incorrectas.

Como maestros representamos un ejemplo a seguir, un ideal, e incluso un súper héroe. 

Qué gran oportunidad la que tenemos de ser sus amigos, escucharles, aconsejarles y ayudarles a construir un mejor futuro a medida que les brindamos nuestra amistad sincera.

Al final, los resultados llegan. Después de un gran esfuerzo, incontables horas con sus alumnos, después de haber puesto todo de su parte; finalmente, Clark pudo ver cómo sus alumnos cambiaron su actitud hacia sus estudios y la vida. Los alumnos demostraron que sí tenían el potencial, solamente necesitaban alguien que les hiciera creer en sí mismos.

Sin embargo; los resultados no se dieron inmediatamente, incluso; por momentos parecía que no se darían los resultados esperados.

Clark se llenó de paciencia y perseverancia, cualidades que le permitieron luchar minuto a minuto, hora tras hora, día tras día.

Los alumnos  y padres despreciaban o esquivaban la ayuda que Clark les ofrecía, sin embargo; el jamas se rindió.

Tuvo mucha paciencia , a pesar que estuvo al borde de ser despedido, a pesar de que quizás se encontraba en situaciones arriesgadas por ayudar a sus alumnos.

Jamás se rindió y luego de perseverar hasta el fin, llegaron las satisfacciones que de su ardua labor.

Y es cuando vemos estos resultados la satisfacción llega, esa satisfacción que nos hace sentir que todo nuestro esfuerzo finalmente valió la pena y es eso lo que nos motiva a continuar desempeñando nuestra sagrada profesión.

Desde mi punto de vista, no existe un patrón perfecto, un maestro ideal. 

Cada maestro se enfrenta a situaciones y alumnos distintos con diferentes necesidades y problemas.

En este sentido, puedo asegurar que como maestros debemos tener la capacidad de identificar y observar las necesidades de nuestros alumnos y de esta forma trabajar en pro de mejorar su situación.

Reconozco que podemos hacer más que solamente enseñar clases, debemos enseñar a personas, debemos enseñar con vocación, ser sus amigos, verlos como lo que pueden llegar a ser, y perseverar hasta lograr cambiar la mentalidad la juventud que está en nuestras manos.

La nuestra es una responsabilidad mayor, la huella que dejemos perdurará en nuestros alumnos teniendo un impacto duradero.

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